KORFBALL

El korfball o balonkorf nace en Holanda a principios del siglo XX y, actualmente, se practica en 38 países de los cinco continentes. En los Países Bajos se le denomina “juego del korf”, que en idioma flamenco significa cesta. Es un deporte ideal para los escolares ya que proporciona al profesorado una serie de recursos y estrategias básicas para desarrollar una parte del currículum del área de educación física. En España se empezó a practicar en Marbella durante los años setenta, Córdoba, Madrid, Asturias, Palma de Mallorca y a principios de los ochenta en Cataluña, donde hoy por hoy se ha extendido mucho y está siendo incluido como deporte en muchos currículos escolares.
En qué consiste

El korfball o balonkorf es un deporte colectivo donde juegan simultáneamente cuatro hombres y cuatro mujeres en cada equipo. Quizás su fácil equipamiento, así como otro tipo de valores como los coeducativos, plena participación y lo novedoso de los deportes hacen que este juego sea un aire fresco para la Educación Física.

En un partido de korfball se enfrentan dos equipos, formados per 8 jugadores, los cuales se reparten a razón de 2 jugadores y 2 jugadores por zona, en un terreno rectangular de 40x20 metros, dividido por la línea de medio campo en dos zonas iguales. Además de contar con un árbitro, que será el encargado de hacer respetar las reglas del juego y sancionar el mal comportamiento.

Para empezar a jugar, se coloca un korf en cada zona, en el eje longitudinal del terreno, a 6’6 metros de la línea de fondo, situando las canastas a una altura de 3’5 metros. Respecto a la pelota, es la misma que la de fútbol y con un peso entre 425 y 475 gramos.


Único juego mixto

Las características básicas del balonkorf son, básicamente, las siguientes. En primer lugar, es un deporte mixto. Así que pueden jugar tanto niñas como niños sin discriminar a nadie y en igualdad de condiciones, estando prohibido defender a un jugador del sexo contrario, ya sea para impedir un lanzamiento a canasta o un pase. Por otra parte, hay una completa rotación con cambio de roles. Es decir, tanto puedes jugar como atacante que como defensa ya que cada vez que se realicen dos canastas, se hará un cambio de zona y de función, de tal manera que los defensores pasan al ataque y los atacantes a la defensa.

Otros principios del juego son la cooperación entre niños y niñas en favor del juego en equipo, aumentando la cooperación y el apoyo entre los compañeros y mejorando las relaciones entre los dos sexos. Todo para conseguir realizar buenas jugadas.

También se fomenta la no violencia, en pro de la agilidad y la técnica, estando prohibido impedir el movimiento libre del contrario o sacar la pelota de las manos del jugador.

Si, a este juego antisexista le sumamos que no importa si eres alto o bajo y que no se requiere un equipamiento especial ni costoso, tenemos un juego divertido, en el que los escolares aprenden que los niños y las niñas pueden divertirse juntos.

Así que ya sabes. Reúnete con tu grupo de amistades y jugar un partido. Ganará aquel equipo que haya conseguido introducir más veces la pelota dentro del korf o canasta al final del partido, durante las dos partes de treinta minutos en las que se divide el juego.