Antes de empezar a patinar, estaba super nerviosa, tenía bastante miedo, ya que nunca antes había patinado ni sobre hielo, ni por la calle. Bueno, una vez cuando era más pequeña lo intente, y la experiencia fue horrible.
La verdad es que al ver como los de cuarto patinaban, cogí un poco de confianza, porque decían que no era muy dificil, y la mayoría de ellos lo hicían bastante bien, pero cuando me toco salir a mí...no podía ni mantenerme de pie, enseguida me resbalaba. El monitor me intentaba ayudar, pero es que yo para la mayoría de los deportes, soy un poco torpe. Al principio, iba por las orillas agarrandome a la barra, y aun así me caía. Pero luego ya, como ya me acostubré a caerme, iba por el centro y por todos los sitios.
Perdí la cuenta de las veces que me caí, pero me lo pase genial. Cuando salimos Juan dijo: "Lorena se pensaba que se patinaba tumbada...jajaj"
Pero bueno, yo me divertí mucho. Una vez que te caes, ya pierdes el miedo.
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